Friday, April 29, 2011

En el Centenario de Mahler: la Tercera Sinfonía, Sueño de una Mañana de Verano


Una de las mejores personas para narrar la vida treintañera de Mahler y específicamente la Sinfonía 3 es un amor supuestamente platónico del compositor, que convivió con él desde 1890 hasta 1902, una violista llamada Natalie Bauer-Lechner, quien por cierto fue dos años mayor a él.

En 1907, Bauer publicaría en su natal Viena la obra Fragmentos: Aprendió y Vivió, pero es su segunda publicación Recuerdos de Gustav Mahler, publicada en Liepzig en 1923 (dos años después de su muerte) sería justamente la obra que la haría famosa; a través de ella describe su contacto directo con el afamado compositor. Altamente recomendable para conocer a mejor detalle sus andares en la última década del siglo XIX.

Mahler permanecería como director de orquesta en Hamburgo hasta 1897. Durante largo tiempo, estuvo buscando la manera de regresar a trabajar a Viena, hasta que lo logró en MAY97. El emperador (káiser) Francisco José (hermano del romántico aventurero Maximiliano que soñó con un imperio mexicano) ponía como requisito que el puesto (al que Mahler aspiraba) fuera ocupado por una persona que profesara la fe cristiana católica; ante lo cual, no tuvo ningún problema Mahler por renunciar a su supuesta fe judaíca y abrazar el cristianismo.

Durante su dirección en Viena, desde MAY97 hasta NOV07 interpretó más de 100 óperas en poco más de 3,000 representaciones. Su programa se basaba principalmente en Mozart, Verdi y Wagner; pero interpretó a muchos otros, siendo memorables sus presentaciones de Pagliacci (de Ruggero Leoncavallo, con 137 puestas en escena) y Cavalleria Rusticana (de Pietro Mascagni, con 131 ocasiones). Además, estrenó muchas óperas, entre las que destacan La Necesidad del Fuego de su buen amigo Richard Strauss, La Bohemia y Madame Butterfly de Giacomo Puccini, así como Sansón & Dalila, de Camille Saint-Saëns, todos ellos sus contemporáneos. Ante tanto talento, muchos directores de orquesta se formaron; entre otros destacan Bruno Walter y Alexander Zemlinsky.

Sin embargo, tuvo problemas para presentar su propio trabajo e inclusive la obra de otros como la ópera Dalibor de Bedrich Smetana (compatriota checo) que causó un rechazo fuerte por parte del público vienés o la ópera Salomé, de Richard Strauss, que no se presentaría por la censura. Fueron tiempos de un odio racista muy exacerbado.

Por la razón anterior, se tardaría en presentar su Sinfonía 3 hasta el 09JUN02 en la pequeña ciudad de seda, Krefeld, muy cerca de Düsseldorf, en el valle del Rin. De hecho, su Sinfonía 4 se presentaría primero, un año antes en la ciudad de Münich.

La Sinfonía 3, intitulada Sueño de una Mañana de Verano (parafraseando la obra de Shakespeare, Sueño de una Noche de Verano) está conformada por 6 movimientos:
I.    El Fauno Despierta, el Verano está en Marcha (Fuerte y decidido)
II.    Lo que las Flores del Prado me dicen (en tiempo de scherzos)
III.    Lo que los Animales del Bosque me dicen (cómodo –scherzando–)
IV.    Lo que el Hombre me dice (Lento y misterioso)
V.    Lo que los Ángeles me dicen (Divertido en el ritmo y audaz en la expresión)
VI.    Lo que el Amor me dice (muy lento, silencioso y profundo)

Al igual que en las 
Sinfonías 2 & 4, se incluyen partes de El Cuerno Mágico de la Juventud. El quinto movimiento es la canción Tres Ángeles Cantan al Aire Dulce, mientras que el tercer movimiento es la canción Cambio de Guardia en el Verano.

Algo interesante ocurre con el cuarto movimiento, ya que se trata de la Canción de Medianoche, de Friedrich Nietzsche, de su magna obra Así Hablaba Zaratustra. Como competencia entre amigos, Richard Strauss compuso su famosísimo poema sinfónico del mismo nombre, al mismo tiempo. A diferencia de Mahler, Strauss aborda otras partes del mismo libro.

La Sinfonía 3 es la más larga en duración de todas, tan sólo el primer movimiento dura más de media hora, siendo el más largo de la obra. Este primer movimiento aparenta ser una sonata, pero en muchas ocasiones cae a la estructura de una marcha.
 

Un contraste muy grande ocurre el segundo movimiento, el cual es un minueto que ocasionalmente se apasiona un poco más de la cuenta.

El tercer movimiento, es un scherzo que utiliza el tema de la canción ya citada, saltando entre 2/4 y 6/8 alternadamente, en lo que el tema de la canción entra y sale.

A partir del cuarto movimiento, el canto da inicio en la Sinfonía 3, una contralto interpreta la Canción de Medianoche, de Nietzsche, utilizando como tema musical extractos del primer movimiento.

Para el quinto movimiento, destaca enormemente un coro de niños que en lugar de cantar la canción de Tres Ángeles cantan al Aire Dulce, interpretan la pieza como coro de campanas.

El movimiento que cierra la obra es un alegre himno al amor (como el mismo Mahler lo llamaría), que su Re mayor lo explica por sí solo. A medida que avanza el sexto movimiento, la pasión y la intensidad crecen, hasta el final.

Saludos.


2 comments:

  1. Hey Dr Stein se fue de la planta sin avisar, asi que por este medio le deseo the best of the beast, solo diamonds no rust, osea que le vaya bonito y que haya mucha heavycumbia en su camino.

    Raffael Hernandez de los Santos

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