Un día como hoy -27DIC10-, hace 51 años, se declaró un día de luto nacional por el fallecimiento del más grande literato mexicano durante el siglo XX, Alfonso Reyes Ochoa.
Reyes fue todo un estuche de monerías, sus actividades diplomáticas fueron enriquecidas con sus ensayos, poemas, teatro, cuentos y crítica literaria, además de su pasión por el vino y su gusto por las mujeres.
A finales del porfiriato, se unió a otros jóvenes intelectuales de su época (como José Vasconcelos y Antonio Caso) para fundar el Ateno de la Juventud, semillero de una generación pródiga en expresión artística. Con el tiempo fundaría, entre muchas otras cosas, El Colegio de México.
Fue postulado en 4 ocasiones consecutivas para el Premio Nobel, hasta que la muerte le alcanzó. No sin antes, dejar un legado de discípulos como Carlos Fuentes, Octavio Paz, Salvador Novo o Carlos Pellicer.
Orgulloso de nuestro legado latino, no fue solamente el fundador de las letras actuales en nuestro mundo hispano, sino que nos aglutinó en una sola cultura a partir del siglo XX, algo que de repente se nos olvida por ese cáncer artificial llamado nacionalismo, que José Emilio Pacheco bellamente criticará en su poema Alta Traición (http://capinemo.blogspot.com/2009/09/honores-pachecos-mar-eterno-o-alta.html).
La elegancia de su lenguaje dio inicio a lo se que intitula Realismo Mágico, tan difundido hasta nuestros días.
Un detalle interesante es que su poema dramático, Ifigenia Cruel, ha sido utilizado como libreto para la realización de dos óperas que ostentan el mismo nombre, primeramente por Roberto Téllez Oropeza (1976) y posteriormente por Leandro Espinosa (1989). Tristemente, tan sólo la obertura de Espinosa es famosa, al ser grabada en varias ocasiones.
Va mi más merecido reconocimiento al regiomontano universal.
Saludos.
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