Sunday, December 12, 2010

Adiós al gran Henryk Górecki



Un recuerdo vivo que aún tengo de mi niñez en Monterrey ocurrió una mañana fría de diciembre, como la de hoy, pero a medidados de la década de los 70’s. En aquel entonces, las comunicaciones satelitales aún no impactaban en la TV, por lo que era un entorno muy diferente al actual, con un mayor apego al radio.

Por su lado, el radio tenía la muy popular AM y una muy rala FM. Eran pocas estaciones las que existían en FM, por lo que dado su muy bajo “rating”, los comerciales no existían, algo que las hacía atractivas.

Entre las primera estaciones que iniciaban la aventura de la transmisión, existió una que fue una verdadera joya en la frecuencia de 106.9 MHz, intitulada Estereo Classic (perteneciente al otrora grupo Estrellas de Oro, hoy Multimedios)… menciono que existió porque es una lástima que haya perdido su espíritu con el tiempo.

Era tan elemental el proyecto de Estereo Classic, que tan sólo tenía un programa: Lo más popular de lo clásico, en horario de 10 PM a 1 AM, donde se escuchaba a los grandes… pero del pasado, como Beethoven, Chopin o Tchaikovsky. El resto del tiempo (de 6 AM a 10 PM) se escuchaban a los grandes, pero contemporáneos como el mágico Stravinsky, el alegre de Shostakovich, el impactante de Khachaturian o el elegante de Britten; sin embargo, el recuerdo que me viene a la memoria el día de hoy es mi primer encuentro con la impresionantemente brillante Segunda Sinfonía, llamada Copérnico, del polaco Henryk Górecki.

Hace justamente un mes, la música perdió a uno de sus grandes -12NOV10-. Durante la segunda mitad del siglo XX, se le trató de etiquetar, como si la música pudiera limitarse a las barreras que los críticos a veces le quieren formar. Al principio le integraron dentro de la música de vanguardia francesa (avant-garde) encabezada por Boulez (Sonatas, Preludios y otras composiciones de los 50’s), después como música minimalista (como el Pequeño Réquiem para una Polka) y en algunas otras ocasiones como música religiosa (como su famoso Totus Tuus, dedicado al Papa Juan Pablo II, polaco como él), pero la verdad es que su música simplemente es un ejemplo de lo mejor hecho durante el siglo pasado, un siglo claramente expresionista.

Su catálogo consta de más de 80 obras, donde sobresalen sus 4 Sinfonías (sin lugar para ninguna duda, la Tercera Sinfonía, Las Lamentaciones, es increíblemente popular), las Dos Canciones (opus 42, basado en poemas de Federico García Lorca, traducidos al polaco), Dulces y Bailes para Violín y Piano, sus Génesis I, II & III, Miserere y Mi Vístula, Gris Vístula.

Un pensamiento universal es la pena que nos embarga ante la pérdida de un grande.

Adiós al gran Górecki.



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