Agranda la puerta, Padre, por Miguel de Unamuno

Agranda la puerta, Padre,
porque no puedo pasar;
la hiciste para los niños.
Yo he crecido, a mi pesar.

Si no me agrandas la puerta,
achícame, por piedad,
vuélveme a la edad bendita
en que vivir es soñar.



En un día tan especial para mí, el día del Doble Cuatro, quiero compartir este gran poema con todas aquellas personas quienes, como yo, han puesto algo más que responsabilidad al impartir su cátedra; muy en especial para:

• Mi prima Sandra Leticia, que por más de 30 años ha estado casada con la didáctica;
• Mi prima Brenda, atrapada entre Montessori, Piaget y Vygodsky, que heroicamente enfrenta a diario el rato mayor de todos: preescolar;
• Mi tío Enrique Garza Valdivia, que por más de 55 años ha formado seres humanos en el dentro y fuera del ITESM;
• Mi padrino Jaime Estevané, terror y amor entre los IEC del ITESM de muchas generaciones;
• Héctor González, quien comparte un poco de lo mucho que la Banca le dejó al impartir Finanzas en el ITESM;
• Gabriel González, quien enseña -contagiando con su maravillosa voz- a nuevas generaciones de cantantes;
• Jesús Batarse, continuando con la institución docente creada por su padre;
• Yoanna Almaguer, sembrando la semilla en nuevas generaciones;
• Mireya Aguilar, un ejemplo para todos nosotros con su proyecto de apoyo académico Educa-System;
• Darío Zertuche, haciendo una labor similar a la de Mireya, pero a los cabezas duras que estamos en la industria con su DCI Global;
• Mi hermano David Gaona, que aunque no comulgo ni comparto su proyecto al crear su Universidad, dada mi formación científica, siempre aplaudiré iniciativas que busquen crecer al ser humano;
• Mi buen amigo Paco Garza, quien ayuda a los estudiantes de química a ser mejores personas al ser mejores profesionistas, lidiando diariamente entre la investigación y la cátedra;
• Jorge Aldaco, quien al igual que Paco, se multiplica para ayudar a los estudiantes de mecánica y cumplir con sus impresionantes proyectos de investigación;
• Mi compadre, Paco Cienfuegos, en su hermosa labor de Cronista publicando libros, mitos y leyendas;
• Mi gran amigo y hermano Rodolfo Sánchez, quien comparte pensamientos e ideas, así como publica libros para todos los ciegos de taller que estamos en la industria; &
• A todos aquellos que no menciono porque desconozco si están leyendo estas letras (a excepción de mi padrino, quien sé que ya no lo puede hacer), con quienes alguna vez compartí mis ideas en el aula (en mi pasada vida de estudiante/catedrático) y ahora están como mentores para otros… es una cadena que nunca termina, ni debe acabar.

Saludos.