Friday, October 15, 2010

Made of Metal, obviamente es Halford


El otoño nos sorprende con una buena noticia, ya que Rob Halford continúa con su proyecto individual compartiendo su nueva obra intitulada: Made of Metal.

La obra fue lanzada el pasado 28SEP10 y consta de 13 piezas que recuerdan al Judas Priest en los 80’s.

De hecho, la espléndida voz de Halford está intacta, a pesar de tanto año de ejercitarla.

Undisputed, la pieza de presentación es un himno que invoca al indiscutible Champion of the World. Con tímidas apariciones, la guitarra –Roy Z–muestra destellos de talento, hasta que finalmente se adueña del solo intermedio, donde muestra porqué Halford lo considera digno de compartir su lado desde que se separó de Judas Priest en 1993.

La segunda pieza Fire and Ice, raya en lo “encantador”, donde hasta los requintos siguen la melodía propuesta.

La tercera pieza es precisamente la que da nombre a la obra, Made of Metal. Da un muy torpe inicio, emulando al trillado Domo Arigato de Styx… pero se mejora después de unos segundos de cierta manera soportables. Por cierto, es la segunda pieza en ser promocionada del álbum; como dato curioso, su video es una animación.

http://www.youtube.com/watch?v=qS4jMGUP8Xs

La siguiente pieza, Speed of Sound, pretende incrementar la velocidad de la obra… y lo logra.

La quinta pieza, Like There’s no Tomorrow, regresa a la velocidad de la obra; sin embargo, representa una de sus composiciones mejor lograda, con bellas entradas de guitarra sin opacar la voz, trabajando como un excelente equipo.

Til the Day I Die, la sexta pieza, es una muestra de la versatilidad de la voz de Halford, con un inicio un tanto folk, pero retomando el rumbo a mitad de la pieza, para fortuna de todos. El cierre es nuevamente con el estilo inicial, a manera de matiz.

La séptima pieza, Own the Night, incluye por vez primera los teclados, pero sin robar mucho la atención del dueto guitarra-voz.

La siguiente pieza, Hartless, trata de evocar a Judas Priest, sin mucho éxito.

Otra pieza bien lograda se escucha con Hell Razor, donde si se acerca a la gran composición pristiana.

La décima pieza, Thunder and Lightning, es una agradable melodía, donde la guitarra le sigue el juego nuevamente a la voz.

Es indiscretamente interesante como Halford expone sus demonios en la siguiente pieza, Twenty-Five Years, siendo la única balada rítmica de la obra, donde se muestra nuevamente la increíble versatilidad y el extenso registro de su voz.

La duodécima pieza, Matador, intenta dar un toque hispano a la composición, ayudado por el origen de de Roy Z (Zerimar, el reverso de Ramírez), donde se narra una corrida de toros en MEX. La guitarra da inicio con una simulación innecesaria de cítara hindú… pero rápido corrige el rumbo la composición.

I Know We Stand a Chance, la siguiente pieza, navega con indecisión entre soltar la guitarra y amarrarla de nuevo al muelle. Cuando finalmente se suelta (en el solo), no avanza muy lejos que digamos, por lo que es amarrada de nuevo. Una pieza que nos deja un extraño sabor de boca, de pieza incompleta.

La obra cierra con la pieza The Mower. Se trata de una pieza que es totalmente distinta al resto del disco, más oscura y con agudos impresionantes. Por cierto, desde JUN10, Halford nos presentó dicha pieza como punta de lanza de su obra recién estrenada.

La obra no está a la altura de composición de Judas Priest, pero definitivamente que vale la pena.

Saludos.

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