Wednesday, October 13, 2010

El regiomontano Pigmaleón



¡Cuán hermosa eres Galatea!
¡Con cuánto esmero te he esculpido!
eres más que una linda idea
eres capricho de Cupido.

Mi propia mano me ha cegado
plasmando mi alma en tu bello ser
pierdo hasta el suelo… mareado,
confundiendo aurora y atardecer.

Mamá cuervo ve a su cuervito
como un racimo de virtudes;
igualmente eres diosa y rito,
vanalidad de multitudes.

Tanta maquinaria y cemento
tanto acero, vidrio y cerveza,
nutre al ego como alimento
llenando de humo la cabeza…

¡Qué rápido se nos olvida!
ese bravo correr de acequias,
que lo que hoy por hoy nos cautiva
es oropel, más no reliquias.

¡Qué rápido se nos borra!
de nuestros padres su grandeza,
¿cuál mérito es de la cotorra
hablar, sin saber lo que reza?

Presumimos con mucha pompa
victorias lejanas y ajenas
nos falta ponernos la yompa,
demostrar lo que está en las venas.

Enamorados de nuestra obra,
una obra en verdad heredada,
somos víctimas en zozobra
de vanidad autoproclamada.


Saludos.


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