Han
habido muchas cosas importantes de que hablar en las últimas semanas, como el
bicentenario de Richard Wagner, de como
Deep Purple sigue explotando al
guitarrista más limpio de la farándula -Steve
Morse- con su nueva obra Now What!, dedicada
al recién desaparecido Jon Lord, o
bien, el increíble saltó al origen de composición de Black Sabbath, con su impresionante 13. Sin embargo, el día de hoy el gran maestro de la guitarra, Ritchie Blackmore y su esposa Candice Night proponen su novena obra, Dancer and the Moon.
La
primera pieza se denomina I Think it’s
going to Rain Today, una pieza escrita en 1966, cuya composición es de Randy Newman.
Es interesante que Blackmore se une a
la larga lista de artistas que interpretan dicha canción (66 versiones a la
fecha, con versiones tan interesantes como Peter
Gabriel, Bette Midler o Eric Burdon y tan bizarras como Leonard Nimoy), siendo tal vez la
canción con más interpretaciones de todos los tiempos. En el DVD Castles & Dreams del 2005 ya había
sido incluida por Blackmore, pero
ahora nos presenta una versión en estudio.
En
ABR13, tanto Ritchie Blackmore como Randy Newman fueron incluidos en el
Salón de la Fama del Rock’n’Roll, razón por la cual Blackmore reconoce a este gran compositor, últimamente conocido por
su música para las películas de PIXAR
(Toy Story, A Bug’s Life, Monster Inc.
& Cars)
y más recientemente para Disney (The Princess and the Frog).
A
pesar de ser tantas veces interpretada, tan sólo una vez estuvo en las listas
de popularidad con UB40 en 1980. La
pieza se aleja un poco de la composición renacentista del grupo, pero conserva
el singular requinto de Blackmore, siendo lo único que salva la pieza de ser
pop.
La
segunda pieza, Troika, da inicio con
un dueto de guitarra acústica y voz, muy bien acopladas, para caer en la música
de danza renacentista que nos tienen acostrumbrados.
La
tercera pieza, The Last Leaf, es una
muy bella pieza donde voz, guitarra y flauta intercambian solos y trabajo en
equipo.
La
cuarta pieza, Lady in Black, es una
pieza clásica de Uriah Heep,
publicada en Salisbury de 1971. La
pieza da un inicio que recuerda más a Jethro
Tull que al autor original por el dueto de flauta y guitarra… sin embargo,
mantiene muy viva la esencia de composición de Uriah Heep. Se trata de un Blackmore tocando para Uriah Heep, en lugar de imponer su tan característico estilo propio.
La
quinta pieza, Minstrels in the Hall,
es un solo de guitarra muy interesante… un intermezzo entre los dos colosos que
acompaña. Ocasionalmente, es incluido un innecesario pandero que empaña
la ejecución del maestro en la guitarra.
La
sexta pieza, The Temple of the King,
es una de las grandes creaciones de Blackmore
y Ronnie James Dio, de la primera
obra de Rainbow en 1975.
Esta nueva
versión aporta elementos no escuchados antes, que la enriquecen de sobremanera (una versión muy superior a la propuesta del Mägo de Oz en La Leyenda de
la Mancha de 1998, a pesar de ser un estilo similar); sin embargo, la voz
de Dio se extraña en todo momento.
Debo admitir que fue una gran e inesperada sorpresa (ya que hace rato, tan pronto tuve en mis manos la obra completa, la escuché sin reparar en los nombres o créditos de la misma) y me
causó mucha emoción redescubrir una de las primeras canciones que interpreté en la
guitarra (ya hace algunas décadas), ahora con una nueva y fresca versión.
Justo
a la mitad de la obra se encuentra Dancer
and the Moon, la pieza que le da nombre a la obra. Se trata de una danza
muy sencilla, sin muchas complicaciones, que la guitarra simplemente sigue el
tema… hasta en su solo a mitad de la pieza.
La
octava pieza, Galliard, es una pieza
instrumental muy bien lograda por Blackmore, mucho mejor que el anterior solo
en Minstrels in the Hall. La
aportación de un corno (algo no escuchado antes) en la instrumentación matiza
bellamente con la guitarra.
La
novena pieza, The Ashgrove, es una
pieza suave donde el dueto de voz y guitarra armonizan muy bien acoplados.
La
décima pieza, Somewhere over the Sea
(The Moon is Shining), es un
parafraseo al antecedente de Blackmore
en Rainbow. Muestra la realidad (conciente
o inconcientemente) de su nueva creación musical: La luna (Candice Night) imperando
sobre el arcoíris (Blackmore), convertido
ahora en mar.
La
undécima pieza, The Moon is Shining
(Somewhere over the Sea), es una evolución de la pieza anterior, donde se mantiene
el mismo tema y a pesar del muy triste inicio musical, corrige el
rumbo de inmediato, acercándose al sonido clásico de Rainbow.
La duodécima pieza, The Spinner's Tale, es nuevamente un dueto para voz y guitarra muy bien logrado con una flauta que interviene para sustituir a la voz en dos ocasiones.
A manera de epílogo, Carry On... Jon se convierte en el broche de oro para la obra. Se trata de un justo homenaje al gran compositor británico Jon Lord, gran amigo de Blackmore. La pieza es el epitafio perfecto para el organista, tratándose de una elegía bellísima, cediendo la última cuarta parte de la pieza para que el órgano continúe con el tema propuesto por la guitarra, muy al estilo de los legendarios tiempos en Deep Purple.
Saludos.
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