Un
día como hoy, 22JUN13, nace uno de los más grandes compositores mexicanos del
siglo XX, al cual los regiomontanos le debemos mucho del empuje artístico
actual: Paulino Paredes Pérez.
Paulino Paredes nació en
Tuxpan, Michoacán, teniendo como formación musical la parroquia de su pueblo,
donde aprendió órgano y formó parte de los coros de ese templo.
A
sus 16 años -1929-, la parroquia lo becó para estudiar formalmente música en
Morelia, en lo que se convertiría en el Conservatorio de las Rosas, donde
recibiría la instrucción académica directamente de su fundador, a quien muchos
consideramos como el mejor compositor para órgano del siglo XX, el también
michoacano Miguel Bernal Jiménez (el
mejor organista fue, sin lugar para dudas, Camille
Saint-Saëns, pero como compositor para este instrumento, es muy evidente
que el mexicano lo supera).
Obtuvo
la Licenciatura en Canto Gregoriano en 1938, siendo acreedor a una beca para
continuar con su formación en composición en París, epicentro de los
compositores en aquel entonces. Sin embargo, la Segunda Guerra Mundial truncó sus
planes. Un dato anecdótico es que regaló todo sus bienes (quemando sus naves,
como Hernán Cortés) ante su inminente
viaje.
En
1939, Bernal Jiménez funda la revista
Schola Cantorum, revista
especializada en la música sacra. Desde el segundo número en 1939 hasta el
último año de su vida en 1957, Paredes escribió en dicha revista en una sección
llamada Mundo Musical; su primer
artículo fue dedicado al famoso compositor sacro del renacimiento, Giovanni Pierlugi da Palestrina.
Continuó
con sus estudios en el Conservatorio de las Rosas, concluyendo la Maestría en
Composición en 1940 (siendo el primer egresado de esta institución) y teniendo
como sinodales a dos de los pilares de la composición mexicana: Miguel Bernal Jiménez y Manuel María Ponce. Su tesis fue la Suite Estampas Campestres, la cual
tiene actualmente dos versiones, la original para orquesta de cámara y una
revisión posterior para orquesta sinfónica. La obra fue interpretada por
vez primera un año antes (1939) bajo la batuta del propio autor.
Durante
su período en Morelia compone su segunda obra, el ballet Muñecos de Barro (1940). Al año siguiente compone La Danza del Loco, dedicada a su maestro Ignacio Mier Arriaga y su
primera obra para orquesta sinfónica, Las
Bodas Alegres, como preámbulo de su próximo enlace matrimonial.
Para
1942 se casa y dicha influencia se denota en sus dos obras siguientes: el poema
sinfónico El Diluvio de Fuego y su
segunda obra para escena, el ballet Las
Horas, donde recrea el avanzar de un día a través de sus 4 movimientos: La Aurora, Mediodía, La Tarde & La Noche.
Así
mismo, asume la dirección de la Escuela Popular de Bellas Artes,
responsabilidad que desempeñaría hasta 1946.
En
1944, compone Nino, Cuarteto para la
historia de un muñeco, dedicado a su primogénito, nacido un año antes y que
fallecería 5 años después en un accidente hípico en Morelia.
En
ese mismo año, compone la música para dos obras de teatro infantil: Alí Babá y Piñoncito.
Para
1945, concluye su Maestría en Canto Gregoriano, por el Conservatorio de las
Rosas. Una vez terminada su segunda maestría, nos regala una de sus obras
maestras: la Sinfonía Provinciana,
la cual inmediatamente recibió muchos reconocimientos, muy en especial destaca
una mención honorífica por parte de la orquesta sinfónica de Detroit.
En
1947, escribe su Sinfonía Benjamina,
la cual integra temas infantiles en sus tres movimientos, ya que es dedicada a
sus hijos.
Durante
la primera mitad del siglo XX, la composición mexicana siguió la escuela
nacionalista, encabezada por Carlos
Chávez, con una pequeña variante de enfoque sacro, muy atacada por el
propio Chávez, pero que ante la
composición de Bernal Jiménez, líder
de esta escuela, tuvo que moderar sus ataques.
Durante
los 40’s y 50’s, los gobiernos de Miguel
Alemán y Adolfo Ruiz Cortines
dieron un apoyo muy fuerte al ballet, convirtiendo a México en potencia para
esta disciplina artística… hasta la fecha.
Paredes se unió a esta
tendencia, por lo que en 1947 compone su tercer ballet, Almas Oscuras, una de sus creaciones más bellas.
En
1948, Bernal Jiménez fue al estreno
de su ópera Tata Vasco, en Viena,
comenzando con una gira por las principales casas de ópera de Europa, por lo
que Paredes toma la dirección de la
Escuela Superior de Música Sagrada en Morelia… sin embargo, el arzobispo de
Monterrey invita a Paredes para
fundar la Escuela Diocesana de Música Sacra, la cual inicia en enero de 1949.
En esta escuela forma el coro La Silla,
el cual se dedicó durante años a difundir la música sacra por el radio
regiomontano a través de las estaciones XEMR & XET, desde el templo de San
Luis Gonzaga. Al final de ese año, hubo una transmisión especial por la Hora
Nacional, única ocasión que cantaron en el Aula Magna de la UANL.
Antes
de Paredes, la música sacra
regiomontana consistía en cantos populares adaptados con temas religiosos.
Además, tan sólo existían 3 organistas en la ciudad, por lo que su llegada fue
un parte aguas para la actividad cultural.
Mi
buen amigo y maestro en historia, el Padre
Aureliano Tapia, me comentó alguna vez que el arzobispo Dr. Guillermo Tritschler y Córdova fue
un gran apasionado del canto gregoriano, razón por la cual invitó a Paredes.
Entre
los seminaristas que tuvieron la transición de viajar a Morelia y seguirse
formando en Monterrey con Paredes
fueron Alfonso Hinojosa y Roberto Infante, este último continuaría
con la labor del compositor.
Mientras
que en aquel entonces el objetivo fue formar organistas y cantores para la
mejor alabanza religiosa, en estos momentos -2013- no existe un solo órgano
funcionando en Monterrey.
En
ese mismo año, compone su cuarto ballet, Donajina,
una obra en 4 actos, que toma temas musicales y danzas de los ritos propios de
la cultura zapoteca.
A
su paso por Monterrey, compone sus obras de mayor madurez. Para 1950, escribe
su Concierto para Piano, mientras
forma el Coro de la Comisión Nacional Bancaria, el cual se apagó después del primer
concierto en el Casino Monterrey, donde se interpretaron piezas del propio
compositor.
En
1951, crea el Coro del Colegio Labastida y es invitado por la UANL para la cátedra
de composición.
Para
1953, crea el Coro para la Sociedad Cuauhtémoc y FAMOSA.
Al
siguiente año, escribe su Concierto para
Violín, la Suite Los Cuatro
Convidados (sus cuatro movimientos representan a los cuatro personajes: El Taimado, El Poeta, La Niña de 15 Años & El Gracioso Ridículo) y su quinto ballet: Espalda
Mojada, la Suite para este
ballet fue interpretada la semana pasada por la OSUANL en homenaje al
compositor.
En
1956 es nombrado Director de la Escuela de Música de la UANL, mientras compone
su obra más famosa, el poema sinfónico Cañón
Huasteca, conjunto de estampas sinfónicas dedicadas a una de las
formaciones montañosas más bellas de Monterrey. La obra fue muy laureada por
los grandes compositores Carlos Chávez
y Aaron Copland en el festival de
Caracas, Venezuela ese mismo año.
El
6 de abril de 1957, la SAT del ITESM presenta la Suite Espalda Mojada bajo la batuta de uno de los mejores
directores de orquesta del siglo XX, Luis
Herrera de la Fuente, al frente de la Orquesta Sinfónica Nacional,
transmitiéndose en vivo por la XET desde el Teatro Florida… tres días después
fallece el compositor, quien contaba apenas con 43 años de vida.
Paulino Paredes es uno de los
más grandes compositores mexicanos del siglo XX y Monterrey no sólo tiene el
orgullo de haberlo adoptado, sino que junto con mi maestro el Dr. Jorge Rangel Guerra, es considerado
como la base de la vida musical regiomontana actual.
Saludos.
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