El 22 de diciembre
de 1894 ocurrió un parte aguas en la música: Claude Debussy presenta su primer súper éxito, el poema sinfónico Preludio al atardecer de un fauno, CD 87.
Esta obra catapultó
a Debussy a la fama internacional y a
la inmortalidad. Casi 100 años antes, Beethoven
había hecho lo propio con la música romántica; ahora, Debussy no sólo contribuía a la consolidación de la música
impresionista, sino que marcaba la pauta para la nueva composición del siglo
XX… más allá de los tintes nacionalistas que inundaban la época de sus
contemporáneos.
La obra toma el
texto del gran poema El atardecer de un fauno, de Stéphane Mallarmé,
narrando el triste final de un fauno en el ocaso de su vida. La música dibuja
perfectamente el avance de la égloga. El gran conductor y compositor francés Pierre Boulez, uno de los principales
difusores de la obra de Debussy, mencionó
alguna vez que la flauta de pan (fauno) trajo un nuevo aliento al arte de
componer música, siendo el despertar para la música moderna.
El propio Debussy aseguró que su Preludio no busca ser una síntesis del
poema, sino una libre ilustración del mismo, donde el fauno se ve preso de
deseos y sueños en su “atardecer”, pero cansado de perseguir ninfas y náyades, cae
finalmente como víctima de la “noche”, donde obtiene su sueño de posesión.
Debussy tenía la intención de componer
una Suite con este poema, constituida por:
1. Preludio
2.
Interludio
3. Frase
final
Sin embargo, muchos
consideran que fue tal el éxito y belleza del Preludio, que ya no prosiguió con su intención inicial. Por otro
lado, otros consideramos que el Preludio
contiene todo el carácter erótico que necesita el poema, siendo la razón por la
cual el compositor dejó a un lado su primera intención.
La obra inicia con
un solo de flauta que simula la flauta de pan (kena, sampoña o siringa –en
honor a la náyade Siringa, convertida
en cañaveral y mencionada en el poema de Mallarmé),
la cual desciende de manera cromática en tres escalas, para ascender
nuevamente, como si se tratara de la flauta característica del fauno.
Posteriormente, a
la flauta lo arropan otras tres flautas, dos cornos ingleses, dos oboes, dos
clarinetes, dos fagots, cuatro cornos, dos arpas y todas las cuerdas, quienes
mantienen el tema (en particular las maderas), mientras la flauta solista
simula al propio fauno. La inclusión de crótalos en las percusiones es una
aportación interesante que hace Debussy.
Lo que
aparentemente es un caos entre los instrumentos, realmente representa pequeñas
células, temas que se desarrollan en diferente métrica: 6/8, 9/8 & 12/8;
los cuales empatan para lograr la armonía del poema sinfónico, es una auténtica
genialidad… no sólo se muestra una insinuación atonal, algo que sería común
unos cuantos años después, sino que la métrica presenta una libertad inusitada.
Debussy estaba en la plenitud de sus
facultades y listo para saltar a la fama, por lo que es interesante observar que
tomara un tema de frustración ante una vida que le sonreía de la mejor manera, ya que
fue un digno representante de los intelectuales de la época, con noches
intensas de bohemia y placeres. Hace un par de años escribí El fauno en su atardecer para tratar de
explicar lo que Debussy sentía ante
su futuro próximo inmediato: el fin de su juventud y su encanto.
Pero hablando de
cosas mejores, el gran bailarín y coreógrafo ruso Vaslav Nijinsky había demostrado ser un excelente interprete con Giselle de Adolphe Adam, La Bella
Durmiente de Piotr Ilyich Tchaikovsky,
Sherezada de Nicolai Rimsky-Korsakov, Carnaval
de Robert Schumann y su impresionante
demostración con Petrushka de Igor Stravinksy en 1911, que al año
siguiente -29MAY12- se aventuró a proponer una escenografía para la obra de Debussy, llamándola como el poema El atardecer de un fauno. La puesta en
escena por el propio Nijinsky fue muy
exitosa y controversial, pues mostraba escenas donde mímicamente se masturba
ante el cuerpo de una ninfa.
Este ballet le abrió
las puertas a Nijinsky para proponer uno
más a Debussy con la obra Juegos, CD 133 en 1913. Así mismo, Stravinsky le propuso ese mismo año el
ballet para una de sus obras más famosas La consagración de la primavera, donde ahora el tema de polémica fue el sacrificio de una niña, sucitándose uno de los mayores escándalos del siglo XX (Camillé Saint-Saëns salió gritando al inicio de la función, una señora abofeteo a un señor que tuvo el "descaro"de aplaudir, hubo duelos al día siguiente del estreno entre personas que apoyaban y atacaban la obra y Stravinsky tuvo que "escapar" por la puerta trasera del teatro).
Para 1916, Richard Strauss lo
invitaría para crear el ballet Las
alegres travesuras de Til Eulenspiegel.
Tras tantos escándalos, El atardecer de un fauno sucumbió a pesar de su inicial éxito, por lo que su puesta en escena se fue
apagando en la siguiente década. A principios de los 80’s fue reconstruido y en
1984, el grupo de rock británico Queen
utilizó segmentos del ballet para el video de su pieza I want to break free, donde el propio Freddie Mercury interpreta al fauno.
En 1977, Bruno
Bozzetto realizó la película italiana llamada Allegro non troppo, la cual es una sátira para la obra de Disney, Fantasía. La primera de las piezas de la película es precisamente el Preludio al atardecer de un fauno, de
donde se tomaron ideas del ballet y se siguió el poema de Mallarmé.
La semana pasada -18OCT12-, la OSUANL presentó en MTY precisamente esta obra, como el mejor homenaje que se puede hacer a Debussy en su 150 aniversario.
Saludos.
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