Hace un mes y medio
-09ABR12-, el grupo holandés Epica presentó su quinta obra intitulada Requiem
for the Indifferent.
Epica va más allá de
ser el mejor proyecto en los Países Bajos, ya que es de lo mejor que hay
globalmente en este momento… por lo pronto, su nueva obra es un buen regalo para esta primavera del 2012.
Desde la primera
propuesta hace ya casi 10 años, Epica presenta temas donde hace crítica fuerte a la sociedad.
Año
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Obra
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Tema
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2003
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The Phantom Agony
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Intolerancia
religiosa
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2005
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Consign to Oblivion
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La civilización maya
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2007
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The Divine Conspiracy
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Obra
conceptual: Intencionalidad de crear religiones
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2009
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Design Your Universe
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Continuación de la cultura
maya
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2012
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Requiem for the Indifferent
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Crítica
a la indiferencia social
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La obra da inicio con
la pieza Karma, la cual es un preludio que sigue el estilo del Mägo de Oz, para
la segunda pieza, Monopoly the Truth.
Nos docti, pensantes,
Sed non semper
veridici
(Nos educan, razonamos,
pero no siempre con verdad)
Es una clara muestra
de la crítica a la manipulación de los medios de comunicación. La pieza alterna
entre los solos de la voz principal, la mezzo-soprano Simone Simons, el
contraste con la voz gutural del compositor, líder y guitarrista del grupo Mark
Jensen y los arreglos corales por parte de todos los integrantes.
Después de
alternancias en el discurso de la pieza, se escucha lo que parece
ser un fino solo de guitarra, que se queda en un simple suspiro para dar paso a
la conclusión de la pieza:
Nos docti, sed plus
scimus,
Non sperentes, quod
dicunt Alii
(Nos educan, pero entre
más sabemos, no creemos lo que dicen los demás)
La tercera pieza,
Storm the Sorrow, es una pieza sencilla y bella, la cual contiene un trío para
mezzo, piano y cello, donde Coen Janssen da una primera y breve aparición en la
obra, demostrando porque es doctor-investigador por el conservatorio de
Rotterdam en su instrumento, el piano.
Para la cuarta pieza,
Delirium, Janssen incrementa su presencia al darle el marco a la voz de
Simons. La pieza inicia con un coro a “boca cerrada” muy interesante.
Delirium es un impulso
de ánimo ante la tristeza de su antecesora Storm the Sorrow: Hope will show your
smile again… ante la tristeza de Centuries of dreams unending…
Nuevamente, un asomo en
el solo de guitarra se presenta casi al finalizar la pieza… pero es un muy
breve suspiro.
La quinta pieza,
Internal Walfare, retoma la crítica al presentar el triste caso del noruego
Anders Behring Breivik, quien dentro de su esquizofrenia mató a mucha gente al
crear una organización tipo templaria, combatiendo musulmanes, feministas,
marxistas, liberales y no-blancos.
Life we used to know
Ends where silence comes to us forever
Night will soon bestow
Justice on a day that never ends
Otra vez, una
pequeña muestra de guitarra (pero mejorando las anteriores) se presenta al
final de la pieza.
La sexta pieza es
precisamente la que le da el nombre a la obra, Requiem for the Indifferent.
Muestra el porque es la pieza principal de la obra, al tener espacio para todo:
coros, solos de voz, de guitarra y de teclado.
Parva notes circum te
Incorrupta nitidaque
Vide, gusta, senti,
bibe
Formam ex eis captes
Como se muestra, ahora
la crítica se torna individual, al alertar contra la dependencia de los placeres
transitorios. En particular, la relación del consumismo con las crisis
económicas globales… we’ll never find, our peace of mind: When silence betrays!
La séptima pieza,
Anima, es un solo de piano de Janssen compuesto por Jansen, un muy bello preludio para la octava
pieza, Guilty Demeanor.
La pieza inicia
fuertemente y así se mantiene, resaltando el espíritu de crítica de toda la
obra ante la indiferencia:
Veritas numquam
vincitur ipsa
ne qua dicuntur
imprudenter credas
sed tua teneas.
(La verdad nunca es
vencida por el temor de quienes carecen de confianza… pero, se debe mantener)
Por fin se escucha una
entrada completa de guitarra en la novena pieza, Deep Water Horizon, donde la presencia
de la guitarra acústica permanece durante las primeras dos estrofas
interpretada por Simons, aunque la guitarra sigue siendo protagonista a lo
largo de la pieza.
Durante la décima
pieza, Stay the Course, suena a una continuación de Guilty Demeanor, en todos
los sentidos.
En la undécima pieza,
Deter the Tyrant, se apoya directamente a la primavera árabe: Your chance is
now!
Como ha sido costumbre
en esta obra, Jansen muestra destellos de brillantez antes del cierre de la
pieza en su guitarra.
Da inicio al cierre de
la obra, el cual es simplemente espectacular. La duodécima pieza, Avalanche, es
una magnífica composición del dueto Jansen/Simons, donde ambos se lucen
con sus interpretaciones.
La décimo tercera
pieza, Serenade for Self-Destruction, es la última aparición en la composición
de Janssen y lo hace en grande para la voz de Simons.
La última pieza, Twin
Flames, es una verdadera obra de arte de Jansen (¿querrá reconquistar el amor de Simons?); por cierto, junto con Guilty Demeanor y su preludio, Anima, son las
únicas donde él es el único compositor.
Simons tiene una
coloratura muy interesante, con un registro que abarca 4 octavas. En la pieza
que cierra la obra, logra su nota más aguda hasta entonces gravada, Do sostenido,
siendo un claro intento de Jansen para que Simons demuestre la belleza de su capacidad
vocal.
Hasta este momento, la
obra se ha mantenido dentro del top 20 en ventas de Holanda y Suiza… el resto
de Europa la tiene también en los primeros lugares, aunque en posiciones ya
fuera de los primeros 20.
La obra completa es
impresionante, de lo mejor que se ha hecho durante el 2012.
Saludos.