El día de ayer, 16AGO10, fue la premier global para el décimoquinto álbum de Iron Maiden: The Final Frontier.
La obra es composición exclusiva de Steve Harris, como gran parte de toda la obra de este grupo británico. Como dato interesante, es la obra más larga hasta la fecha.
La primera pieza es un poco extraña, Satellite 15… The Final Frontier, da inicio con un solo muy raro para Iron Maiden con duración de 2 ½ minutos; para los 5 minutos cambia el estilo musical, ya asemejándose más a su estilo típico de composición.
El Dorado, su segunda pieza, da inicio con una entrada similar a Wasted Years, pero inmediatamente cambia para mostrar la nueva melodía. Lo raro es que el cierre es nuevamente tomado de Wasted Years.
Un dato interesante es que esta pieza está disponible para escucharse y bajarse desde el 08JUN10 en el portal de internet del grupo inglés, subiéndose al primer minuto de dicho día (12:01 AM) y dando inicio a la cuenta regresiva hasta la publicación de la obra completa, el día de ayer.
La tercera pieza, Mother of Mercy, tiene un comienzo de balada rítmica, para caer paulatinamente en los típicos cambio de ritmo que nos tienen acostumbrados… recuerda mucho Flight of Icarus, pero mejorada. De hecho, Bruce Dickinson no participó en su composición.
Coming Home, su cuarta pieza, es la inversa de la anterior, comienza con unos riff característicos de Adrian Smith, para caer en una balada rítmica.
Al igual que El Dorado, The Alchemist, su quinta pieza, es la narración de una historia. A diferencia de las piezas anteriores, Janick Gers luce con sus requintos en lugar de Smith.
Otra historia se relata en Isle of Avalon, la sexta pieza, donde Gers vuelve a hacerse notar… pero tan sólo hasta casi mediación de la pieza, porque Smith vuelve a retomar el liderazgo en la guitarra.
A partir de Starblind, la séptima pieza, Steve Harris da inicio a una cátedra de composición, comenzando con Smith y Dickinson, recuerda sus mejores obras de todos los tiempos como Seventh Son of the Seventh Son, Transylvania o Hollow by Thy Name.
La octava pieza, Talisman, repite la receta de la pieza anterior… la mancuerna entre Gers y Harris es fabulosa… una clásica más a su extenso acervo musical.
The Man who could be King, la novena pieza, es ahora colaboración de Dave Murray con Harris... simplemente increíble.
La pieza que cierra la obra, When the Wild Wind Blows, cierra la clínica de composición Harris, siendo la única compuesta por él exclusivamente de todo el album.
Es un disco disfrutable de inicio a fin… de hecho, a medida que se va avanzando se va mejorando… por ende, disfrutando.
Saludos.
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