200 Años de Chopin: Un Bella Ambigüedad entre lo Simple y lo Complejo

El día de hoy 01MAR10 se celebra el cumpleaños del polaco más famoso que ha existido: Frédéric Chopin.

Por la razón anterior, hay celebraciones en todo el globo. En especial, en su natal pueblo Zelazowa Wola va terminando un maratón de miles de pianistas que tienen una semana ininterrumpida de interpretar la obra de este gran genio. Es interesante que el gobierno polaco haya escogido su pequeño pueblo natal, en lugar de Varsovia, donde realmente se crió.

Todos, y con esto no estoy exagerando, todos hemos tarareado e inclusive hasta chiflado sus famosísimas Polonesas o Nocturnos… La Marcha Fúnebre, Opus 72 (perteneciente a su Sonata para Piano #2) es tan famosa que conozco a muchas personas de venturosa creatividad que han utilizado ese tema para cantar estribillos chuscos.

Tenía un encanto fuerte por la Ópera y la Sinfonía, como lo muestra sus famosas variaciones a temas de Rossini (por poner tan sólo un ejemplo)… sin embargo, nunca escribió ninguna de estas dos expresiones musicales porque su intenso amor fue para el Piano.

Entre el piano y Chopin existió un romance que no se ha repedito… han habido pianistas impresionantes como su gran amigo Liszt, o Rachmaninov ya en el siglo XX, pero las caricias que mutuamente se profesaron durante los escasos 39 años de vida de Chopin se disfrutan cada vez que alguien reproduce sus creaciones en el teclado.

Con Chopin sucede una magia irrepetible: para el oyente se trata de bellas piezas que muestran una simpleza en su armonía; sin embargo, para el ejecutante es toda una proeza el interpretarlo, dada su complejidad que el oyente ni sospecha (a menos que haya intentado alguna vez tocar alguna de sus piezas).

Es increíble que su obra más vasta y hermosa sea poco difundida: Las Mazurcas. Para esta danza eslava escribió 61 piezas (en cantidad le siguen sus 27 Estudios, 26 Preludios y 26 Valses) que son prueba viva de lo que se bailaba en la Europa Central. La Mazurca es una danza similar la Vals (3/4) pero a diferencia del Vals, donde la acentuación es en el tercer tiempo del compás, en la Mazurca se acentúa en el segundo… después de Chopin, la Mazurca sería un bailable muy popular donde genios como Debussy, Ravel, Glinka, Borodin, Delibes (Coppelia) e inclusive Tchaivkosky (Lago de los Cisnes, La Bella Durmiente y Eugene Onegin) participarían en la creación de éllas.

Una de sus interesantes aportaciones a la música fue el incluir el concepto de Balada, extraído de narraciones populares.

Saludos.

Bach nos bajó las estrellas del firmamento,
luego Beethoven llegó y nos creó todo un Universo nuevo…
yo no aspiro a tanto, tan sólo quiero tocar el corazón y el alma del Ser Humano.
Frédéric Chopin.