Hans Christian ya fue informado:
su Sirenita traviesa
deja la costa danesa
para irse a un mar renovado…
No se va por haber sido
dos veces decapitada
o con burka enmascarada,
sino por rapto bandido.
Como los Caballos fueron
de Bizancio sus orgullos…
Venecia los hizo suyos
y al hipódromo enterraron.
Igualmente el pueblo llora:
“No tuvimos el coraje
de evitar el abordaje…
hoy, ¡un dragón nos devora!”
Rumbo a Shangai va en camino,
no se verá más su espuma…
la otrora hija de la bruma
tiene en la expo su destino.