El pasado jueves 19MAR09 se conmemoró el 150 aniversario para la primera Puesta en Escena de una de las óperas más célebres e importantes dentro del mundo artístico: Fausto, de Charles Gounod.
La ópera está escrita en 5 actos y, al igual que la obra maestra del poeta alemán Goethe, es prácticamente una comedia con final de tragedia.
Además, no es posible el comparar la poesía creada para el libreto de una ópera con la disertación filosófica encontrada en la prosa de una novela, donde ésta es mucho más profunda, analítica e intensa… sin embargo, los alemanes nunca han aceptado el título de Fausto, por considerarlo una blasfemia que ofende gravemente a su “muso”... de manera que le intitulan: Fausto y Margarita.
Músicalmente, se trata de una ópera hecha “con toda la mano”, tiene impresionantes momentos corales, alegre música para ballet y las arias de sus protagonistas no sólo son famosas, sino que típicamente pertenecen al repertorio de todos los cantantes alrededor del globo, principalmente el Dr. Fausto (tenor), Margarita (soprano) y Mefistófeles (barítono/bajo).
Una coincidencia interesante es que la Casa de Ópera más importante de América, el Metropolitan de Nueva York, montó esta obra durante su inauguración… y este año se conmemoran los 125 años de que comenzó a operar esta catedral de la música… luego entonces, la celebración es doble.
La ópera es rica en belleza y talento, pero el Trío con el que se cierra el quinto acto es sin lugar a dudas el “Broche de Oro” de la obra… justo después de que el Ballet ejecuta la Orgía de la Caverna es cuando Margarita y Fausto mueren, por lo que son llevados al Cielo e Infierno, respectivamente.
Como dato anecdótico, el famoso barítono Nelson Eddy interpreta a Willie, el cantante ballenato, en la obra Make Mine Music de Disney en 1946, una continuación “muy light” de Fantasia (1940). Willie/Eddy interpreta a Mefistófeles en el Metropolitan de NY, destrúyendolo aparentemente (en su sueño) durante la famosísima escena del segundo acto: El Vellocino de Oro (le veau d’or)… justo 62 años después de la primera puesta en escena, el teatro “concluye” su vida con la misma ópera que inició. Coincidentemente, la última vez que el Met montó Fausto fue en 1946.
La ópera está escrita en 5 actos y, al igual que la obra maestra del poeta alemán Goethe, es prácticamente una comedia con final de tragedia.
Además, no es posible el comparar la poesía creada para el libreto de una ópera con la disertación filosófica encontrada en la prosa de una novela, donde ésta es mucho más profunda, analítica e intensa… sin embargo, los alemanes nunca han aceptado el título de Fausto, por considerarlo una blasfemia que ofende gravemente a su “muso”... de manera que le intitulan: Fausto y Margarita.
Músicalmente, se trata de una ópera hecha “con toda la mano”, tiene impresionantes momentos corales, alegre música para ballet y las arias de sus protagonistas no sólo son famosas, sino que típicamente pertenecen al repertorio de todos los cantantes alrededor del globo, principalmente el Dr. Fausto (tenor), Margarita (soprano) y Mefistófeles (barítono/bajo).
Una coincidencia interesante es que la Casa de Ópera más importante de América, el Metropolitan de Nueva York, montó esta obra durante su inauguración… y este año se conmemoran los 125 años de que comenzó a operar esta catedral de la música… luego entonces, la celebración es doble.
La ópera es rica en belleza y talento, pero el Trío con el que se cierra el quinto acto es sin lugar a dudas el “Broche de Oro” de la obra… justo después de que el Ballet ejecuta la Orgía de la Caverna es cuando Margarita y Fausto mueren, por lo que son llevados al Cielo e Infierno, respectivamente.
Como dato anecdótico, el famoso barítono Nelson Eddy interpreta a Willie, el cantante ballenato, en la obra Make Mine Music de Disney en 1946, una continuación “muy light” de Fantasia (1940). Willie/Eddy interpreta a Mefistófeles en el Metropolitan de NY, destrúyendolo aparentemente (en su sueño) durante la famosísima escena del segundo acto: El Vellocino de Oro (le veau d’or)… justo 62 años después de la primera puesta en escena, el teatro “concluye” su vida con la misma ópera que inició. Coincidentemente, la última vez que el Met montó Fausto fue en 1946.
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