Es
mi último suspiro,
el
tiempo no perdona,
hoy,
mi vida da un giro,
me
lleva la pelona.
Exhausto por andar
sin reparo o descanso,
a lo tonto, cual ganso
que avanza sin pensar,
ya no puedo ocultar
mi cansado respiro,
no sudo ni transpiro,
el aliento se agota
con la eterna derrota,
es mi último suspiro.
Astillas de madera
atraviesan mi piel
cobrando su arancel,
se clavan en espera
de ahumar mi primavera,
mi cuerpo se flexiona,
la fuerza me abandona,
¿acaso es mi destino
caer en el camino?
el tiempo no perdona.
Me tengo que sentar,
mi cuerpo está cansado,
he vivido agachado,
callando sin pensar,
cayendo sin parar,
¿qué tal si me retiro?
¿y si me pego un tiro?
la verdad, mi agonía
por fin se acabaría,
hoy, mi vida da un giro.
¿Porqué no lo pensé antes?
necesito ser fuerte
e invocar a la Muerte;
en sólo unos instantes
(tan insignificantes
como lo es mi persona)
llega la archibribona
y, batiendo guadaña,
me lleva a su montaña,
me lleva la pelona.
Saludos.
Impresionante :)
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