La última obra que nos regaló el Dr. Jorge Volpi hace justo dos meses (18ABR11) se intitula: Leer la mente. El cerebro y el arte de la ficción.
Se trata de un muy interesante ensayo, donde Volpi aborda la mitomanía en su aspecto más común y al mismo tiempo más imperceptible: la enajenación de la ficción en nuestra vida a través de nuestro comportamiento.
La propuesta de Volpi es sencilla, cuando se disfruta el aparente entretenimiento (ofrecido en la literatura, la poesía, el cine, el teatro, la televisión e inclusive en los videojuegos) existe una autoidentificación del “yo” con los personajes, de donde se adquieren características que modifican nuestro comportamiento.
El libro comprende:
Prólogo. El novelista neoyorkino y la verdadera identidad de madame Bovary.
1. El falso mamut y los auténticos superhéroes.
2. La última función del Teatro Cartesiano y los rizos de Hofstadter.
3. La máquina de Joyce y el robot psicoanalista.
4. La memoria de Leonardo DiCaprio y el olvido de Jim Carrey.
5. Lectores camaleón y novelas espejo.
Epílogo. En la mente criminal del escritor (diálogo autorreferencial).
A través del ensayo, existen propuestas propias y de otros; de entre dichas ideas se rescata lo siguiente.
Ideas de Volpi:
• El arte no puede sino perseguir una meta ambiciosa, hacernos auténticamente humanos.
• Mi yo es una fantasía de mi cerebro. La única realidad que conoceremos es la realidad de nuestra mente.
• La ficción literaria se convierte en uno de los medios más contundentes para asentar nuestra idea de humanidad.
• Leer cuentos y novelas no necesariamente nos hace mejores personas, no hacerlo limita las posibilidades de comprender la realidad (entorno, los demás, uno mismo).
• La ficción también es la realidad (hipótesis central de la obra).
• La literatura no sirve para entretenernos ni para embelesarnos: nos hace humanos.
• La ficción se inaugura no cuando el primer humano miente, sino cuando los demás reconocen su mentira y prefieren ignorarla.
• Piropo: Te veo hermosa porque lo eres, pero también porque así te percibo yo.
• Leer es un combate “cuerpo a cuerpo” entre el autor y el lector ante el desarrollo del texto.
• El cerebro cuenta con un solo material para dibujar los escenarios del provenir: el pasado.
• La ficción crea realidad: es un producto inflamable que ha de manejarse con cuidado.
• Las ideas no tienen dueño.
• El genio consiste en modificar las ideas de otros, volviéndolas más eficaces o más precisas.
• La autobiografía es un género que jamás debería estar expuesto en el anaquel de la no-ficción.
• Comportamiento de las neuronas espejo: Pensar “positivamente” ayuda a ser positivo. Maldecir y “echar pestes” contribuye a ser infeliz. La violencia sí provoca conductas violentas.
• Una buena novela es, en realidad, un tratado del “yo”.
• La libertad de la ficción es siempre la medida de nuestra libertad individual.
Memoria de genios referenciados:
• Un texto es una máquina floja que sólo se anima gracias a la actividad desenfrenada del lector (Umberto Eco).
• La única mente que me es posible estudiar es la mía; para bien o para mal, no conozco ni habré de conocer ninguna otra (René Descartes).
• Yo soy la mano que dibuja mi propia mano que a su vez me dibuja a mí (Douglas Hofstadter explicando un cuadro de M.C. Escher).
Yendo aún más lejos de las propuestas de Volpi, considero a la música como parte fundamental en esa evolución de comportamiento para el ser humano.
El espectador comparte emociones con el autor de una obra cuando la escucha, se identifica con ella y no sólo la hace suya, sino que asimila comportamientos del mismo autor.
Como ejemplo, basta con observar el pensamiento profundo que ciertos géneros musicales inducen en el comportamiento humano, el cual contrasta fuertemente con el pensamiento ligero o superfluo inducido por otras propuestas.
Algunas personas me argumentaran que es a la inversa, pero he podido demostrar como un individuo cambia al trocar su gusto musical (de cumbias o trova al rock, de clásico o jazz al tecno o pop, entre muchos otros casos), directamente es la correlación con su mejora o degenere en el pensamiento profundo.
Como pensamiento profundo, estoy evocando la propuesta de Nietzsche del superhombre en su intensa y constante búsqueda por la sabiduría, a quien le disgusta bajar al manantial del conocimiento, no cuando está sucio, sino cuando no es profundo.
Saludos.
Es interesante el análisis que haces del libro, tendré que leerlo a la brevedad. Es interesante, conozco a pocas personas que conocen a ese autor, la primer obra que leí de él fue En Busca de Klingsor, que es precisamente uno de mis libros favoritos en mi perfil de facebook.
ReplyDeleteNo puedo decir qué tanto ha influenciado en mi la obra de Volpi. De ese libro tomé una idea, que de hecho me permitió plantear una hipótesis, la cual redundó en mi título de doctorado, la tomé del teorema de incompletitud de Gödel. En esa tesis se pudo demostrar que si bien, la geometría nos dice que las microestructuras no son objetos euclidianos, entonces SÍ lo son.
El personaje Jorge Elvira, del cuento que humildemente estoy escribiendo, no sólo se llama Jorge, sino que, es abogado y Dr. en Filología Hispánica, como Jorge Volpi.
Saludos
En cuanto a los escritos:
ReplyDelete1. Cuando uno escribe algo, sea un artículo científico, de divulgación, un cuento, etc., nunca falta alguien que dice: Te estás proyectando.
2. Mucha gente siente culpa de lo que escribe, sobre todo si sus ideas contradicen a las de sus mentores.
3. Otra culpabilidad se tiene cuando la gente describe su yo ideal, su némesis ideal, su pareja ideal.
4. La mitad de las propuestas que maneja tu análisis (insisto, tengo que leer la obra) están implícitas en un libro muy bueno, llamado The Fight Club, del novelista Chuck Palahniuk.
5. La película Fight Club está interesante, si la gente no se centra en el físico de Brad Pitt, se puede observar que la historia propuso cosas que están sucediendo en el mundo de las finanzas y, que Edward Norton es un actorazo. En la película aparece Meat Loaf. Aún así, el libro es la mejor referencia para las ideas antes mencionadas.
6. Escribir se vuelve una adicción.
ReplyDelete7. Qué bueno que alguien del calibre de Jorge Volpi plasma por escrito algo que hemos discutido muchísimo: leer no nos hace mejores personas. La gente culta, entiéndase por culta que tiene cientos de referencias en su memoria inmediata, muchas veces cree que es mejor que el resto de sus semejantes, en esa postura no sólo pierden el piso, sino que se creen con el derecho de violar leyes y no respetar el espacio del prójimo. Es como esas personas que nunca faltan a misa los domingos y, creen que por eso pueden cometer tantos pecados como sus pasiones les dicten.
Saludos
En cuanto a tu propuesta sobre la música.
ReplyDeleteEstoy firmemente convencido, no lo digo con afanes intelectualoides, sino como ingeniero y un simple espectador del andar humano, que uno debe conocer como parte de su formación (sea cual sea la profesión) la lectura de partituras: La música es el lenguaje del alma y, como tú una vez dijiste, mediante la partitura nos damos cuenta de la intención del autor.
Digo esto porque, al igual que el mito de que el que es gran lector es gran ser humano, la gente suele creer que leer partitura es difícil, es mil veces más complicada la nomenclatura de la química orgánica que la lectura de la música y eso, la química orgánica, al menos en mis tiempos, la aprendías a fuerza en la secundaria.
Ahora sí, saludos...seguimos en contacto.
No es cierto, ahora sí un último comentario: el título del libro de Volpi es mañoso, más de uno lo va a comprar tontamente, es decir, creyendo que aprenderá literalmente a leer la mente.
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