Wednesday, January 12, 2011

2011 comienza en los Campos Elíseos, Stratovarius


El día de hoy, el gran proyecto finés Stratovarius da un paso más en la historia de la música con su décimortercera obra: Elysium.

Después de la excelente recepción que tuvo su obra anterior Polaris (2009), utilizan nuevamente la estrella-nave de su portada, pero ahora arribando al paraiso mitológico de los Campos Elíseos, mientras que el sencillo presentado hace dos meses (26NOV10) de Darkest Hours refleja el mismo arribo de la nave-estrella, pero a un basurero industrial, todo contaminado.

Se trata de un recurso ya empleado por ellos hace 10 años con su octava obra Infinite (28FEB00) donde los actores principales de su portada interactúan en un escenario que es completamente diferente para la portada del sencillo Hunting High and Low; por cierto, también es la primera pieza de dicha obra.

El día de ayer se iba a presentar un concierto, precisamente en la famosísima Sala de Conciertos L’Elysee Montmartre (escenario con ya dos siglos de existencia) en Paris, pero una fuerte intoxicación alimenticia motivo la cancelación de último minuto a lo que iba a ser el estreno de la obra en este simbólico lugar.

Casi toda la obra es inspiración del dueto Timo Kotipelto (voz) y Matias Kupiainen (guitarra y productor), dejando tan sólo dos a Jens Johansson (teclados) y una a Lauri Parra (bajo). Sin embargo, el acoplamiento en la interpretación de cada una de las piezas, dista mucho del individualismo en la composición.

La obra da inicio con Darkest Hours, que al igual que la tercera pieza Infernal Maze, fueron presentadas como sencillas en NOV10. Una excelente pieza para dar inicio a la obra. Con un muy bello solo de guitarra justo en la parte intermedia de la misma.

A diferencia de la pieza anterior, la siguiente, Under Flamming Skies, recuerda por mucho la composición de Yngwie Malmsteen, contando con un cierre muy utilizado por Ritchie Blackmore.

Infernal Maze, la tercera en turno, da inicio con una capella de Kotipelto, para pasar un acompañamiento muy suave por parte de Johannson, una manera de matizar la intención de la pieza, ya que rápidamente, tanto teclados como guitarra recuperan el sonido característico de Stratovarius.

La siguiente pieza, Fairness Justified, tiene un comienzo aún más suave que la anterior, pero manteniéndolo a lo largo de la misma, como un descanso para la composición del dúo Stratovarius.

Justo a mitad de la obra, cambia la autoría; la quinta pieza, The Game Never Ends, es escrita por el legendario tecladista sueco Johannson, que magistralmente el resto del grupo la acopla para hacerla propia.

La única pieza del bajista finés Lauri Porra es Lifetime in a Moment, pieza donde se agradece la oportunidad que le fue brindada; a pesar de que suena muy diferente al resto de la obra, definitivamente no demerece.

La séptima pieza es nuevamente de Johannson, Move the Mountain, bella balada rítmica que sigue con increíble naturalidad el tema de la obra.

La octava pieza, Even Horizon, regresa la obra al dúo Kotipelto-Kupiainen, ante lo cual, se recupera la esencia de Stratovarius. Es una preparación para la pieza que cierra la obra y da título a la misma: Elysium.

Elysium es la conclusión de la obra, en toda la extensión de la palabra, no es tan sólo la mejor pieza, sino que agrupa el mensaje de buscar el paraiso en un mundo mejor, en una mejor vida.

La última pieza es magna no solamente en su composición per se, sino que además es muy extensa, llegando a los casi 20 minutos, siendo la pieza más extensa de toda su historia… incluída en una de sus obras mejor constituídas.

Saludos.

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