Un adelanto de lo que viene…
(más bien: flores que ya no cupieron)
Provocando un encuentro casual
ocupé mi tiempo en Mimarte,
madrugando un evento sensual
pensé en la playa desnudarte.
Obsesionado en tu rodilla
nutrí mis manos con tu aroma,
hipnotizado en tu mejilla
intimé cantos de paloma.
Nacido en invierno frente al mar
ocurrió un hechizo en tu cuello,
juro que nunca lo voy a olvidar…
obvio, porque guardas mi sello.
.