Wednesday, May 1, 2024

El pequeño científico contra la sequía

 

 

Antecedentes

Cuando tenía 13 años, ya hace muchos lustros de eso, mi ciudad atravesó por un problema de escasez de agua, de hecho, el más grave que me he conocido. La autoridad local limitó su uso a una hora por día, además de restringir muchas otras actividades; entre otras, el riego a jardines.

 

Observación

Los jardines se convirtieron en la demostración de riqueza en mi pueblo, entre más grande y diverso, mayor el poder adquisitivo. Sin embargo, los jardines en parques y plazas, así como oficinas, comercios, industrias y casas, comenzaron a mostrar las secuelas de la sequedad ante la falta de riego y lluvia.

 

Problema

Sin agua, las plantas comenzaron a morir y la tierra a erosionarse. Ambos fenómenos causaron un incremento en las partículas suspendidas en el aire, rebasando el límite superior permisible de contaminantes en el ambiente; que, dicho sea de paso, este problema regresó desde hace algunos años, aunque ahora por la deforestación urbana que lacera nuestra salud.

 

Hipótesis

El agua gris, residual en el lavado de cada tanda de ropa, puede utilizarse para el riego de árboles y jardines.

 

Experimentación

Utilizando cubetas con las aguas grises antes citadas, se inició el riego del jardín en mi propia casa, llevando el registro de afectación en cada especie vegetal regada con este sistema.

 

Análisis de resultados

En los primeros eventos, se utilizó el agua sin seleccionar químicos distintos a los usados normalmente (detergentes, jabones y suavizadores), observando que algunas plantas se recuperaban rápidamente, otras más lentamente y un tercer grupo se quemaba. Por otro lado, mucha de la fauna artrópoda falleció en los primeros ejercicios.

 

Se optó por eliminar la presencia de detergentes, sustituyéndolos por jabones en base a grasa, cambiando los resultados, se alteró la rapidez de recuperación acorde a la especie en cuestión (incrementando o disminuyendo), pero ya no se registraron individuos dañados por agente químico.

 

Conclusión

El inicio de este experimento fue hace 45 años y dado que mi vivienda se encuentra en un doble desnivel y la zona de lavado se encuentra en la esquina de mayor altitud, establecí un sistema de riego a partir del lavado y los resultados obtenidos, por lo que, mediante la gravedad, el agua gris irriga todo el jardín. Actualmente, evolucioné a suavizantes en base a aceite de palma y los resultados mejoraron el desarrollo de las plantas sin afectarlas negativamente.

 

La eliminación de detergentes en las aguas grises
evitó el deterioro de las plantas en el riego
y mejoró su crecimiento al fertilizarlas.